El intercambio pedagógico abarca todas las acciones que un entrenador realiza con la intención de que el jugador adquiera las competencias necesarias para jugar al fútbol. Esto incluye aquello que se realice antes, durante y después del entrenamiento:
El diseño de los contextos de entrenamiento, la intervención verbal y la transmisión de información no verbal del entrenador. Todo conjuntamente puede convertirse en una propuesta de entrenamiento que ayude al jugador a desarrollar las capacidades técnicas, de toma de decisión, psicológicas y condicionales necesarias para jugar según la idea de juego acordada. El intercambio pedagógico es uno de los tres recorridos de nuestro programa formativo.

El programa formativo de ForeFront Football.
El intercambio pedagógico, como su nombre señala, no es unidireccional: también el jugador propone acciones de acuerdo a sus necesidades, empoderándolo, haciéndole partícipe y corresponsable de su aprendizaje. Al ser una propuesta contracultural, es necesario tomarla como un proceso donde el jugador va introduciéndose en esta propuesta, siempre conociendo su punto de partida y profundizando de acuerdo a su interés y capacidad o edad madurativa.
Entender el entrenamiento de esta manera tiene una derivada de alto valor: el entrenador permite conocer las necesidades del jugador y las acciones motrices naturales de este, ya que el entrenador tiene como modus operandi la observación y el diálogo. Con ello el proceso de entrenamiento se vuelve más significativo y con más transferencia a medida que pasan las semanas.
Esto solo es posible si el entrenador se mueve en un tipo de diseño y un estilo de intervención de nivel 3 o 4.
Puedes conocer las particularidades de cada nivel en el recurso interactivo de nuestro programa formativo que encontrarás a continuación, clicando en los títulos de los niveles.
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A mayor nivel, más grados de libertad tendrá el jugador en la Situación Simuladora Preferencial (SSP) que se proponga, teniendo esto implicaciones en su creatividad y emergencia de las posibilidades acción. Ambos niveles no deberían ser discordantes en una misma SSP: Por ejemplo, diseñar una SSP usando el nivel 4, el de máxima autonomía del jugador, y dirigirlo a través de correcciones modélicas, correspondiente al nivel 1, provocará una distorsión entre el comportamiento motor que el jugador efectúa por los constreñimientos utilizados y el mensaje que recibe por parte del entrenador para lograr el objetivo de la tarea. Esta incongruencia se puede ver agravada por las interacciones efectuadas antes de la SSP por parte del entrenador, si iban focalizadas en la exploración y búsqueda de las acciones más apropiadas para realizar la SSP, y no en una propuesta cerrada de acciones preconfiguradas por el mismo entrenador.
Asimismo, los niveles elevados concuerdan con lo que la pedagogía y la neurociencia aplicada al aprendizaje propugnan: procesos a largo término donde el jugador es el protagonista, mientras que los niveles 1 y 2 tienen como objetivo intentar conseguir un rendimiento a corto término aprovechando el respeto y consideración que los jugadores tengan del entrenador y su modelo de juego impuesto, pero que raramente es prolongable a largo término.
Así pues, para exceler en el entrenamiento pensamos que es necesario que el entrenador se cuestione en qué nivel de tipo de diseño y estilo de intervención considera que su propuesta de juego debe ser practicada, y qué papel desarrolla el jugador en este proceso, si pasiva y ejecutante, o proactiva y propositiva. En niveles bajos la reproducción de tareas consultadas en libros, Internet o compañeros tiene cierto sentido, pues existe una visión técnico-centrista, pero en niveles centrados en el jugador como el 3 y el 4, la tarea es contextual a los jugadores y es solo una parte del conjunto, la SSP.

La emergencia de las acciones de los jugadores se debe a múltiples factores.
Como se puede observar en la imagen anterior, el diseño de la tarea es uno de los factores que afectan a la emergencia de la acción del jugador, enmarcada dentro de «fuentes de información» del entorno, o incluso también «material deportivo» o «terreno de juego».
Con el intercambio pedagógico en niveles elevados se intenta incluir en el proceso de optimización del jugador otros factores, especialmente los mostrados en la imagen como los producidos por los constreñimientos internos